lunes, 25 de julio de 2011

El Recuento de los daños.

El recuento de los daños, 
del holocausto de tu amor... 
son incalculables e irreparables, 
hay demasiada destrucción... 
lágrimas que no consiguen, 
apagar el fuego que hay en mi, 
hay ilusiones muertas por doquiera, 
sólo quedan ruinas de mi...

 
En el recuento de los daños 
del terrible choque entre los dos... 
del firme impacto de tus manos, 
no sobrevivió mi precaución...

 
En el recuento de los daños, 
me sales debiendo tantísimo amor, 
que no puedo creer lo que escuché, 
cómo puedes decir que te olvidaré? 
Coro: 
oooh no! no, no, no, 
no, no puedo reponerme, 
de ese beso que me subió al cielo, 
que es el mismo 
que ahora me unde en el infierno, 
oooh no, oooh no! 
Oooh no! no, no, no, 
no, no puedo reponerme, 
de tu forma tan cruel de abrazarme, 
si sabías que no ibas a amarme 
qué ganabas? 
qué ganabas? 
con besarme.

 En el recuento de los daños 
lo material todo te lo perdí, 
perdí mi casa y mis amigas, 
todo lo mio te lo dí.

 
Entre los desaparecidos: 
mi resistencia y mi voluntad, 
y hay algo mutilado que he pensado 
que tal vez era mi dignidad...


Gloria Trevi. 

domingo, 3 de julio de 2011

¿Quiénes son "Las Tres Gracias"?

Las Tres Gracias
     Es muy habitual escuchar entre caraqueños la frase “las tres gracias”, sobre todo en aquellos que deambulan por los alrededores de la Universidad Central de Venezuela: “Nos encontramos en las Tres Gracias”, “Ya llegué a Las Tres Gracias… ¿Dónde estás tú?”, “Voy por Las Tres Gracias, llego en media hora”, “Creo que la marcha va a salir de Las Tres Gracias”… En fin, ya es parte de nuestro decir, de nuestro hablar. La cotidianidad y el andar por la vida hacen que en nuestras palabras aparezcan elementos, que muchas veces mencionamos sin saber a ciencia cierta su significado. No somos culpables de ello. Pero es interesante el preocuparse por descubrir lo que decimos, más allá de sólo decirlo.
     En este orden de ideas, es pertinente mencionar lo tan común que es la cantidad de frases y palabras que mencionamos día a día, cuya historia, base, referencia o nacimiento están inmiscuidas en la Mitología Griega. Es sorprendente cómo esa cultura (discursos, narraciones o expresiones culturales de origen sagrado), nos ha marcado de tal forma que está entre nosotros y muchas veces no la percibimos. Tal es el caso de Las Tres Gracias. ¿Cuántas veces no hemos pasado por el espacio público de Caracas, ubicado en la Parroquia San Pedro del Municipio Libertador, llamado La Plaza Las Tres Gracias?? Muchísimas veces!!! Y ¿Cuántas veces nos hemos detenido a analizar el origen de esa escultura? o mejor aún ¿Por qué se llama así esta escultura?  

     La plaza se encuentra en el Paseo Los ilustres el cual forma parte del Sistema Urbano de La Nacionalidad, justo frente a la Ciudad Universitaria de Caracas… Es parte de nuestra capital. Pasar por allí es frecuente para los estudiantes de la universidad, y también para los deambulantes- observadores-investigadores-lectores (entre los que me incluyo). Por ello decidí publicar información de la base de este lugar, es decir, el significado propio de “Las Tres Gracias” desde su fundamento mitológico:

     Las Tres Gracias eran tres diosas inferiores, hijas de Zeus y la ninfa Eurinome, hija del titán Océano. Sus nombres eran Áglae o Aglaya, Eufrosine y Talía. Eran las diosas de la belleza, el hechizo y la alegría. A cada una de ellas le correspondía una cualidad como la belleza, la jovialidad, el esplendor o el buen gusto pero cada fuente hace esta distribución a antojo por lo que no puede establecerse una clasificación clara. Las Gracias presidían los banquetes, las danzas y todas las actividades y celebraciones placenteras, en definitiva, todo aquello que en el mundo pudiera haber de agradable, placentero, interesante, atractivo... Las Gracias otorgaban a dioses y mortales la alegría pero no sólo eso sino también la elocuencia, la liberalidad y la sabiduría. Se creían que tenían la capacidad de dotar a los hombres de la genialidad necesaria para ser un excepcional artista.
     Las Gracias eran compañía habitual en el Olimpo de Afrodita y Eros y están muy relacionadas con Las Musas con las que se divertían al son de la música que Apolo tocaba. Áglae, la más joven, era también la más bella y estaba casada con el dios Hefesto. Las Gracias eran jóvenes y muy bellas pero sobre todo modestas y solían llevar el pelo mal recogido a causa de los bailes. Siempre estaban danzando y precisamente es en la actitud de darse las manos y comenzar a bailar como más las ha representado el arte. Aunque en los principios de la civilización griega iban vestidas con una fina túnica después siempre aparecieron desnudas. A veces han aparecido entre los sátiros más horrendos para designar que no se puede juzgar a las personas por su apariencia y que los defectos del rostro pueden ser corregidos con un buen espíritu. Rara vez se hace referencia a estas diosas de manera individual. Por el contrario, son la representación griega de la triple diosa, presente en muchas otras mitologías del mundo.
     Entonces pues, es importante conocer el significado de lo que mencionamos, de lo que hablamos, de lo que frecuentamos. Y más cuando es tan hermoso el origen de estas cosas (para muestra un botón). Luego de conocer el origen de Las Tres Gracias, deducimos que quizás la belleza, el hechizo y la alegría están presentes en la Universidad Central de Venezuela, o mejor aún, en Caracas. Nos iluminan con su "gracia". Por ello digo que estamos rodeados de significados “huérfanos” que esperan por nuestros descubrimientos. Y leer es el pasaporte. Si bien es cierto que no es pecado no saber, también es cierto que “saber que no se sabe constituye, tal vez, el más difícil y delicado saber” (José Ortega y Gasset).